Por una parte, Poseídos sacaron a la palestra esa idea del rock más clásico, con un punto ácido e irónico que siempre en directo se vuelve generoso y distendido. Una banda de trayectoria considerable y que reúne a experimentados músicos de la escena ourensana conchabados para profesar desde riffs con ritmo a melodías trepidantes.
Otra de las bandas de carrera intachable que se subían al escenario fueron Derroche. Uno de esos grupos que no te puedes perder si eres amante del mejor rock urbano. Letras irónicas y desenfadadas perfectamente ataviadas con melodías y fraseos de guitarra y una base rítmica demencial. Esa noche, sacaron a relucir sus mejores bazas desplegando un directo apabullante, algo a lo que ya nos tienen acostumbrados. Se les ve con jerarquía y aplomo sobre las tablas y con una enorme capacidad de empatía con el público, detalle que ya quedó patente nada más terminar su primer corte y que les acompañaría a lo largo de la noche.
Maskarpone fueron los encargados de dar un toque fresco y tropical con su ska-rock-reggae. La genialidad entre sus composiciones y compromiso ciego de sus músicos han conseguido que todos y cada uno de sus directos sean momentos de esparcimiento, regocijo y diversión máximos y, para este festival no iba a ser menos. Nos dejamos llevar por el movimiento y sabor de sus canciones, plagadas de detalles, y vibramos como locos.
Turno para la vertiente más visceral y demoledora de la noche, turno de Bergallazo. Un grupo que ha crecido mucho y muy bien desde su formación, asestando su punk-rock allá por donde han pisado. El incremento de nivel e implicación en su música no ha sido gratuito y el resultado habla por sí solo. Lo poco que se puede escuchar de ellos- hasta el momento- desprende energía, ímpetu e incluso gusto y mimo; en directo son simplemente arrolladores. Su propuesta de un vivo sin fisuras, sin descanso, cargado de riffs poderosos y frenéticos, ritmos endiablados y letras elocuentes no han dejado a nadie indiferente y así lo hicimos saber los que lo estábamos disfrutando.
Para rematar la velada, AcidProyect a escena. Nuevamente participamos en un PonteRock y nuevamente los privilegiados en cerrar una memorable noche. Tocar en casa, bajo el calor de nuestro barrio y con la gente que conoces de toda la vida… no tiene precio. Con ese motivo, conformamos un set que definía a la perfección nuestra primera década de existencia. Sobre el escenario, en nuestra línea habitual, intentando dar lo mejor, descargando toda la adrenalina, dejándonos hasta la última gota de sangre y, ante todo, disfrutar mucho y compartir una inolvidable experiencia que se antojaba aún mayor a sabiendas de la gran acogida que está recibiendo nuestro reciente disco “Baba Yaga”, qué más se puede pedir.
En resumen: Rock clásico, rock urbano, ska-rock, punk-rock y metal alternativo (hedonista) sobre un escenario de diez y sonando de lujo, resultado: ESCANDALOSAMENTE BRUTAL.
¡¡Brindemos por el PonteRock ´18!!